Arte Público. UV

Artículo publicado en el Suplemanto Cultural Posdata - Levante- emv (Viernes, 18 de octubre 2013)

Hace tiempo que el concepto de “Arte Público” sabedor de todo el entramado de mercadotecnia política y económica que esconde tras los intereses individuales o del capital, dejó de aplicarse como tal a grandes monumentos, al espacio galerístico o museístico de titularidad estatal.  En este sentido, el arte público viene luchando por convertirse en un Arte de lo común. Compleja paradoja que nos hace interrogarnos ¿Dónde establecer la línea entre espacio físico y público, como forma de propiedad? Un claro ejemplo lo tenemos en uno de sus principales abanderados la performance dentro del museo,  realizado con capital público. Por tanto, surgen las dudas.

 Pero todo se complica todavía más cuando nos adentramos en el Street Art. Recientemente ha saltado a los medios de comunicación la subasta de supuestas intervenciones de Bansky, arrancadas de sendos muros de Londres y los Ángeles. Frente a la polémica suscitada entre la sociedad, y los vecinos que han protestado por la expolición de lo que ellos consideran su paisaje urbano, las autoridades  nada han podido hacer al respecto. Efectivamente, según la ley, el autor de una obra callejera no es dueño de la obra, sino el propietario del muro. Y a esto se han acogido los grandes magnates del negocio, que han llegado a pagar hasta casi un millón de libras por un trozo de muro. ¡Bella incoherencia de un arte contestatario! Pero aún podríamos darle otra vuelta de tuerca, al interrogarnos: ¿Dónde se ubican los límites del Arte de lo común en las manifestaciones colectivas o populares? Conscientes de la necesidad de una dinamización cultural en la sociedad, la crisis ha traído la apertura de estudios, locales privados, cafeterías o actividades callejeras que intentan acercar el corpus artístico al público general. Igual de inquietante resulta el mantenimiento del orden social capitalista, por parte de un público general consciente de sus límites para acceder a la alta cultura, como la inconsciente actividad para mantenerlo. Porque al fin y al cabo es una forma de mercantilizar los espacios comunes, bien a través del turismo o regenerando barrios que terminaran en manos de inversores. Todo tiene su lugar, y a la larga, cualquier manifestación en su contra será susceptible de convertirla en capital. La Historia se ha encargado de hacérnoslo saber.  

Por consiguiente, hace falta un análisis, de investigación coherente e inteligente, que nos haga conscientes de esta actividad donde se mueve el Arte público. Art Públic es un proyecto, en el que  a través de investigadores y artistas nos hace reflexionar sobre ésta dinamización social. Muestra, que arrancó el pasado lunes con  la conferencia performance de Eduardo Hurtado, cuenta hasta hoy viernes con nueve propuestas artísticas de intervención urbana desarrolladas por Luis Miguel Jaramillo, Carolina Bácares ,Rosana Ortí, Eduardo Comelles , Zarva Barroso, Col.lectiu 3B, Diego Vivanco, Julián Pérez Romero y el proyecto invitado de Dones i Punt.  

 Una investigación que nos transporta a la realidad, bien a través del escenario de las redes sociales, o como lugar común  de oposición a las nuevas políticas culturales de recorte llevadas por Wert, así como a las propias políticas culturales de nuestra ciudad. Recientemente hemos asistido a la entronación del poder con grandes faustos con una boda en la ciudad de las Ciencias “o” las Artes, válgame la ironía, o un supuesto premio de ciencias y artes otorgado por una famosa revista de moda. Trasnochada ostentación de poder,  que parece burlarse de una sociedad cada vez más precaria económicamente. ¡Bella dinamización social! No se trata tanto del dinero pagado por el alquiler de un espacio público, sino del endogámico uso que se pueda hacer de lugares púbicos que seguramente continuaran pagando nuestros nietos. Aquí entraría la concienciación  de un arte común, porque el Arte público no trata una rápida eficacia social, o de mercadotecnía como nos tienen acostumbrados, sino de arruinar la magia de ese esteticismo capitalista, que parece devorarnos a cada paso que damos.
Rosa Ulpiano

 

XVI Mostra d'art públic per a joves creadors (Del 14 al 18 de Octubre 2013)

"Art Públic/Universitat Pública es una muestra de arte público para jóvenes creadores, esta decimosexta edición ha presentado las intervenciones de los artistas seleccionados incorporando una línea de apoyo a la creación virtual e interpretando internet como un espacio público en un contexto de interacción. La exposición, concebida como una manifestación altamente efímera, situada en el Campus dels Tarongers de la Universitat de València, transforma el espacio público en un
lugar de relación entre las jóvenes propuestas artísticas, los universitarios y la sociedad que los envuelve."


Zarva Barroso. Fotografíía de Miguel Lorenzo



Colectivo Mujeres y Punto. Fotografía de Miguel Lorenzo


Performance de Eduardo Hurtado. Fotografía de Miguel Lorenzo









PD. Nota....(Post scriptum)

Curiosamente, el mismo día que salía publicado el artículo saltaba la noticia de que Banksy estaba vendiendo sus obras en el Central Park de New York a 60 dólares. Únicamente vendió 8 obras, lo que nos invita a reflexionar sobre lo absurdo del mercado del arte, e incluso la forma en que es asignado un valor a las obras del artista. Las obras no iban firmadas, -aunque en la web y canal de Banksy se confirmaba la autenticidad- por lo que la gente sopesaba si realmente era el valor real. Sin embargo, se calcula que el precio real de cada uno de estos “Banksy’s” ronda los 30,000 dólares, precio establecido en relación a la fama que posee su autor.
En fin, el genial artista no ha perdido la esencia que lo catapultó a su privilegiado lugar, y una vez más vuelve a dar un azote al elitista mercado del Arte, veremos cómo se la devuelven.

 

Artículo publicado en el Suplemanto Cultural Posdata - Levante- emv (Viernes, 18 de octubre 2013)

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