Los discursos de la fotografía

Reportaje realizado con motivo de Fotográfica08, un ciclo de fotografía que integra 30 exposiciones de distintas temáticas, estilos y autores diseminadas en dieciocho espacios culturales de la Ciudad de Valencia

En “El hombre y la cámara” escrito durante el otoño de 1930, el ensayista, dramaturgo y novelista checo, Karel Capek (Malé Svatonovice, 1890 - Praga, 1938) narra entre sus apacibles vivencias, el inicio de su afición a la fotografía, y más concretamente sobre ese “hombre que hace fotos”. Es decir, el amateur que tras comprar una cámara, lucha denodadamente para hacerse con ella, vencerla para poder alcanzar finalmente el vanidoso orgullo que proporciona un buen resultado; Y es que queridos lectores, quien no se ha imaginado alguna vez con cámara en mano cual cazador en busca de trofeos, persiguiendo a su aterrorizada mascota; “Un deporte tan apasionante como cazar tigres o jugar a la lotería” divertido ensayo, que nos acerca y descubre al escritor de La guerra de las salamandras como un extraordinario fotógrafo, interesado más por el aspecto humano del proceso que por el artístico.


Pero desde aquel anecdótico bosquejo de principios del siglo XX, hemos acudido a un universo creativo e imaginativo donde al hilo de la cultura visual, la fotografía ha tejido un entramado en el cual se inscriben multiplicidad de discursos. Comenzando por aquellas fotografías amateurs hasta las expertas imágenes de retratos, periodísticas o artísticas allende nuestras fronteras. Claro ejemplo son las obras realizadas en el estudio arequipeño de los hermanos Vargas, Carlos y Miguel, fotógrafos peruanos que no solo retrataron a la incipiente y prospera burguesía andina de principios del siglo pasado, sino que gracias a su voluntad creativa y experimental, legaron un archivo antropológico e histórico de inestimable valor cultural; o las imágenes de G. Castello-Lopes (Vichy, 1925), fotógrafo portugués por excelencia. Convertido en el mejor cronista del país que lo adoptó, no únicamente por esos bucólicos rincones portugueses, sino también por su particular narración visual de la dictadura de Antonio Oliveira Salazar, y del Estado Novo; En este proceso de captación de los procesos humanos en la historia de la fotografía continuaríamos con la realidad plasmada en las idílicas imágenes de una Italia en decadencia retratadas por el arquitecto racionalista italiano Giuseppe Pagano, y podríamos de nuevo detenernos cuidadosamente en la obra de Karel Capek, cuya corta producción fotográfica de escasos dos años, fascina a través de unas imágenes amables, caseras, pequeñas y de irresistible belleza cómica, cayendo cautivado por los persistentes y recreados retratos su mascota, que concluyen el ciclo compositivo con la publicación de Dásenka. 
Es curioso como el hombre en sociedad, tiene la añoranza de recuperar esos rincones de su historia, recuerdos y nostalgias de la memoria reencontradas en la recuperación de la imagen; “Al voltant del mercat” obra del fotógrafo valenciano Vicente Torregrosa retratista de aquellas calles que albergaron durante cientos de años los comercios que alimentaron, vistieron y conformaron la vida de nuestros antepasados, entre los que se encontraban los retratos de Vicente Gómez Novella (Valencia, 1871-1956) que abriría su ya mítico estudio de la calle la Paz, hacia principios de 1908, frente una Valencia que se renovaba con el nacimiento del s XX. 

Sin embargo, con todo este devenir de imágenes, me viene curiosamente a mi memoria un divertido episodio de la vida del pintor Adolphe Yvon. Este discípulo de Delaroche, necesitaba un retrato a caballo de Luís Napoleón, para realizar la batalla de Solferino, expuesta en el salón de 1861. Para este cometido contrató al fotógrafo Bisson, quien realizó el encargo. Una vez ejecutado el cuadro, y convencido de la propiedad única sobre la fotografía, Yvon observó con cierto desconcierto como Bisson estaba vendiendo al público ejemplares de la fotografía que pretendía hacer desaparecer. Evidentemente, con Bisson acudimos a una suerte de Bill Gates decimonónico, comerciando con su banco de imágenes. No obstante, observamos como la fotografía evolucionada en la cultura de la tecnología retorna paradójicamente a aquel humorístico pasaje, inscribiéndose en la posmodernidad dentro de una digitalización y una nueva percepción visual que ocupa uno de los principales discursos histórico-políticos, técnicos, económicos y sociales por los que transita la fotografía en la posmodernidad.








"Los discursos de la Fotografía". Fotografica08 MUVIM. Valencia. Levante-EMV (Posdata), Viernes, 28 de Noviembre2008. Pág.1 y 2

All content © Rosa Ulpiano 2017

sígueme en Instagram siguenos en linkedin Canal de youtube siguenos en academia.edu+